Beethoven, el músico genio, compuso piezas extraordinarias a lo largo de toda su vida; entre las cuales se destaca su Novena Sinfonía.
Es de esperarse que semejante pieza musical fuera compuesta por una persona con excelente audición. Sin embargo, Beethoven compuso esta pieza cuando ya estaba casi totalmente sordo.
Contra todo pronóstico y diagnóstico, Beethoven dio su MEJOR fruto durante su tiempo de sequedad.
El tiempo de sequía NO es el mejor momento para la mayoría de la vegetación. Incluso, la falta de agua puede acabar con la vida de las plantas.
Al igual que las plantas, es de esperarse que los seres humanos demos frutos en las temporadas favorables.
Por ejemplo, es natural que pensemos que nuestro MAYOR tiempo de productividad personal, familiar, profesional o ministerial se produzca cuando estemos fuertes, llenos de salud, y todo marche bien en nuestra familia.
Sin embargo, en la vegetación hay árboles que son extremadamente RESISTENTES a la sequía. Estos tipos de árboles no solo SOBREVIVEN ante la falta de agua, sino que son capaces de CONTINUAR dando fruto en lo PEOR de la SEQUEDAD.
Dios nos compara con esos árboles.
Jeremías 17.7-8 dice:
“…Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando venga el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía, no se fatigará, ni dejará de dar fruto…”
No hay ser humano que esté exento del dolor. Desde que nacemos vamos a atravesar por temporadas difíciles en muchas áreas de nuestra vida, y lo más probable es que el mundo no espere que demos fruto durante esas temporadas.
Sin embargo, los que confiamos en Dios disfrutamos de una REALIDAD distinta.
Aun en medio de los dolores más angustiantes, el Espíritu de Dios se manifiesta en nosotros y nos llena de frutos de vida.
La capacidad de dar fruto en nosotros es POSIBLE, aún en medio de la sequedad, porque el Espíritu de Dios está sobre nosotros y nos ha ungido.
Tú y yo vamos a dar fruto debido a que Dios nos ha ungido.
Ya sea que estés en tiempo de lluvia o en tiempo de sequía, DARÁS FRUTO, porque lo que sale de ti NO va a depender de lo que estás VIVIENDO, sino de QUIÉN te ha ungido.
Si observamos con atención la vida de Jesús, nos percataremos que durante toda Su vida Él dio fruto.
PERO, podemos ver que en su peor momento, en el tiempo de la cruz, Él dio Su MEJOR y MÁS ALTO fruto: el PERDÓN y la VIDA ETERNA para TODA la humanidad.
Es natural que en nuestros momentos difíciles pensemos que no tenemos NADA para dar y nos volvamos improductivos. Quizás podemos llegar a pensar que solo somos capaces de dar frutos malos; y eso produce en nosotros intolerancia, rencor y desanimo.
Si lo pensamos bien, es algo MUY humano pensar que en nuestras temporadas de sequedad solo demos frutos malos.
PERO Dios NO opera EN nosotros a partir de NUESTRA HUMANIDAD, sino desde SU DIVINIDAD.
Él es un ser divino, perfecto, bueno, eterno y sobrenatural; y nos está llamando a CONFIAR en Él.
Dios te está diciendo que vas a lograr TODO lo que te ha enviado a hacer con Sus fuerzas, y te asegura que darás frutos de justicia si tan solo CONFÍAS en Él.
La pregunta es: ¿CONFÍAS EN DIOS?
Dios quiere que coloquemos nuestra confianza en Él y en NADIE más.
El Dios que te pensó, creó y formó; quien hace que cada día, segundo a segundo, tu corazón lata’ Aquel que tiene el poder para crear los cielos y la tierra; te está diciendo que CONFÍES EN ÉL… y solo así podrás dar fruto aún en medio de la sequedad.
Así como Beethoven creó sus mejores piezas en medio de sus limitación auditivas; de igual forma HOY Dios te dice a ti:
En medio de tu SEQUEDAD, no solamente vas a DAR FRUTO, sino que, porque mi Espíritu ESTÁ SOBRE TI, darás tu MEJOR fruto.
Confía en Él. Dios nos ha ungido. Aún en medio de la sequedad darás tu mejor fruto, no por tus limitaciones o recursos, sino por QUIÉN te ha ungido, Dios.
Con amor, de una GUAPA para otra GUAPA💋